on dos meses de vida ya navegaba las aguas de la bahía de Altea; un lugar que considero mágico y que mi amor hacia él aumenta con el tiempo.
La pasión por la pesca la heredé de mi familia; de mi abuelo, pero sobre todo de mi padre. Con él aprendí todo tipo de modalidades tanto en agua dulce como en el mar y me inculcó la pesca sostenible. Además, he tenido la suerte de viajar con él a diferentes lugares de España y del mundo. Desde México, en busca de un pez vela récord hasta Islandia o Canadá donde pescamos a mosca diferentes especies de salmónidos.
Fue la pesca a mosca la que me terminó de sensibilizar con este deporte, por esto, siempre dentro de las posibilidades, utilizo equipos y líneas ligeras con los que disfrutar y sentir más las carreras de los peces.
El respeto a este entorno hace que la pesca deportiva sea la única que el sentido de la responsabilidad me permite realizar y fomentar. Una pesca basada en devolver la captura al mar y que promueve el desarrollo sostenible, impidiendo la sobrepesca y respetando el ritmo reproductivo de los peces.
Con Flying Fish Tours Altea quiero rendir homenaje a quienes me enseñaron y compartir mi pasión por Altea, el mar y la pesca deportiva siempre bajo nuestra filosofía: como una gran afición y con conciencia del cuidado del entorno.
Millan Garcia